Sábado por la mañana, un momento perfecto para ponerte a darle caña a tu impresora 3D. Hoy tienes tiempo, ¿Por qué no poner una impresión de 10 horas? Es lo que tarda esa pieza tan chula que querías hacerte.
Te vas a dar un paseo.
Vuelves a la hora y vas a ver a tu ojito derecho, a tu fiel compañera. ¡Mierda!, hay una capa entera que no se ha hecho o se te ha quedado pillada la impresora, moviéndose, pero sin echar filamento.
Frunces el ceño, te pones modo ‘Sherlock’ e intentas descubrir que narices está pasando. De repente oyes un ruido proveniente de tu bobina, algo que suena a grillo constipado… Te recolocas las gafas, acercas tu cara al origen del sonido y ves algo extraño, algo que parece… ¿un nudo?
Acto seguido comienzas a dar vueltas a la bobina como un loco, con la esperanza de que si desenrollas suficiente filamento el problema se solucione.
Pero no, vuelve a hacerse un nudo y otro, y otro.
Y te pasas 8 de las 10 horas de tu día libre en casa, atento a tu impresora para que no vuelva a hacer travesuras. ¿Te suena esta situación? Fijo que te ha pasado alguna vez y si no te pasará.
¿Quieres saber cómo solucionar el problema? Te espero más abajo.